lunes, 8 de febrero de 2021

Es la nostalgia, Jacinto, la nostalgia

Hay fragmentos en la historia de cada persona
a los que el tiempo invade con su musgo
hasta hacerlos parecer más tiernos;

y los vence la distancia,
la hormiguita en el dorso
la sangría en la carta...

Pero sólo son restos, cenizas,
fango sentimental y cursilería,
perfumes de la juventud,
olores insípidos del pasado.

¡Qué campos tan tristes forman los suspiros!
Cadáveres que no terminan nunca de pudrirse.
Valles pestilentes de añoranza
donde una vez se fundó la vida,
y se aró en busca de la isla misteriosa.

Jacinto Cenobio supo un día
-me lo dijo-
que hay tierras que se enferman,
semillas que se niegan a crecer,
hombres y mujeres que se dejan marchitar
como girasoles que no vuelven a mirar el sol.

Por eso, Jacinto quemó el jacal,
por eso, huyó a la capital...

"La vida -suspiraba-
¿qué más da?"

Es la nostalgia, Jacinto, 
...es la puta nostalgia.

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